La neumonía redonda (NR) es una causa muy infrecuente de nódulo pulmonar solitario, más aún en adultos, y raramente puede presentarse como nódulos múltiples y simular una afectación tumoral difusa del parénquima pulmonar. Presentamos el caso de una mujer de 56 años, con antecedentes de asma bronquial y fumadora de 50 cigarrillos/día. Acudió a nuestro hospital con clínica de 5 días de evolución de dolor pleurítico en el hemitórax izquierdo, tos seca, sudoración nocturna, fiebre elevada, astenia y pérdida de peso de 2 kg en este tiempo. El examen físico general fue normal, salvo por la auscultación de algún crepitante aislado en el hemitórax izquierdo. No había signos de cianosis, acropaquias ni adenopatías a ningún nivel. La clínica y los parámetros hematológicos y bioquímicos apoyaban la etiología infecciosa: leucocitosis (15.800/mm3), elevación de la proteína C reactiva (33,4UI) y velocidad de sedimentación globular (62mm/h), pero la radiografía de tórax reveló la presencia de varios nódulos pulmonares, por lo que se decidió su ingreso para estudio de las lesiones descritas con objeto de descartar un origen neoplásico. Igualmente se inició tratamiento antibiótico oral con levofloxacino (500mg/24h) y se solicitó una TC de tórax. Se amplió el estudio con pruebas microbiológicas, marcadores tumorales e inmunología, que resultaron todas negativas, salvo la antigenemia en orina, que reveló positividad para neumococo. Dos días después de su ingreso se constató mejoría de la clínica respiratoria. Posteriormente, en el séptimo día de ingreso, se solicitó un nuevo control analítico y radiológico donde se pudo comprobar la normalización de los parámetros sanguíneos alterados y la resolución de los nódulos pulmonares, hecho que confirmó la TC, en la que no se evidenciaron las lesiones descritas ni adenopatías a ningún nivel. Se mantuvo el tratamiento antibiótico hasta completar 10 días y se decidió el alta médica de la paciente y su seguimiento ambulatorio en consulta. A la vista de los resultados, la paciente se diagnosticó de una NR de localización múltiple por neumococo. Seis meses después del episodio, la paciente continúa asintomática, las pruebas hematológicas son normales y no hay evidencia radiológica de recidiva (fig. 1).
Radiografía posteroanterior de tórax. Se visualizan 3 lesiones nodulares sin broncograma aéreo, de 2–3cm de diámetro, localizadas en el hemitórax izquierdo; 2 adyacentes situadas en el lóbulo superior izquierdo, periféricas, y otra central y parahiliar en el lóbulo inferior del mismo lado.
La NR es un subtipo raro de neumonía lobular debida a un defecto del desarrollo del tejido conectivo (poros de Köhn y canales de Lambert). Mientras que en la infancia es una entidad bien conocida (afecta principalmente a los niños menores de 8 años), apenas se ha descrito en adultos. Se presenta habitualmente como una lesión única, en forma de nódulo o masa, en el contexto de un cuadro indicativo de infección respiratoria. Existen pocos casos en los que se haya comunicado su presentación en forma de lesiones nodulares múltiples o como un nódulo principal con varios satélites, lo que le confiere especial importancia, pues puede simular una afectación tumoral, más aún si existen antecedentes y factores de riesgo. Los síntomas y las alteraciones analíticas están relacionados con el tamaño1 y suelen ser los habituales (fiebre, tos, disnea, dolor torácico, leucocitosis, elevación de la proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular), pero con frecuencia estas neumonías pasan inadvertidas en los adultos y aparecen como hallazgo casual en pacientes asintomáticos. Radiológicamente1–3 la NR puede presentarse como un nódulo de hasta 7cm de diámetro máximo, localizado en los lóbulos inferiores y posteriores, adyacente a la pleura, a veces con broncograma aéreo y de bordes lisos o no bien definidos, y son posibles las lesiones satélites. Aunque la etiología microbiana es muy variada, la mayoría de los casos, tanto en niños como en adultos, se atribuyen a Streptococcus pneumoniae. No obstante, otros autores4 defienden la hipótesis de que probablemente la fiebre Q sea la causa más frecuente de NR en los adultos, sobre todo cuando las lesiones son múltiples. El diagnóstico diferencial5 incluye principalmente las neoplasias, sobre todo si las lesiones se encuentran en los lóbulos superiores (carcinoma bronquioloalveolar, metástasis o linfomas), otras infecciones (quistes hidatídicos, parásitos y oportunistas o embolias sépticas), causas inmunológicas (sarcoidosis o Wegener), metabólicas, vasculares (malformaciones arteriovenosas) y enfermedades profesionales. A pesar de todos los estudios analíticos y radiológicos habituales, en ocasiones es difícil descartar el diagnóstico de malignidad, salvo por la clínica y la evolución final, de manera que hoy en día se barajan otras pruebas diagnósticas, de momento sin éxito, como la PET6. En cuanto a su evolución, en la mayoría de los casos suele ser favorable, ya sea autolimitada o tras instaurar tratamiento antibiótico y se resuelve por completo. Por esto, varios autores5 afirman que es importante conocer esta entidad cuando nos encontremos ante un diagnóstico de nódulos pulmonares múltiples a fin de poder descartarla antes de realizarle al paciente estudios complementarios más intensivos.
Como puede verse, éste es un ejemplo de NR de presentación radiológica atípica, que simula una afectación tumoral parenquimatosa difusa y que se resolvió tras la administración de tratamiento antibiótico. A nuestro entender podríamos resumir, por tanto, que la NR de localización múltiple es una causa infrecuente, pero benigna, de nódulos pulmonares múltiples, por lo que debería tenerse en cuenta, aun en pacientes asintomáticos, a la hora de elaborar un diagnóstico diferencial correcto.