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Vol. 51. Issue 10.
Pages 530-531 (October 2015)
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Carta al Director
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Neumonía lipoidea por aspiración accidental de parafina en un «comedor de fuego»
Lipoid Pneumonia due to Accidental Aspiration of Paraffin in a “Fire-Eater”
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Paola Cristina Lizarzábal Suáreza, Ester Núñez Savallb, Francisco Carrión Valeroa,
Corresponding author
carrion_fra@gva.es

Autor para correspondencia.
a Servicio de Neumología, Hospital Clínico Universitario, Valencia, España
b Servicio de Endocrinología, Hospital Clínico Universitario, Valencia, España
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Sr. Director:

La neumonía lipoidea exógena es una entidad poco frecuente, conocida desde 1925, cuando Laughlen publicó un caso de neumonía lipoidea secundaria a una inyección de aceite en la zona nasofaríngea1. Por su rareza, presentamos un nuevo caso de neumonía lipoidea; en esta ocasión, se trata de un aficionado que presentó aspiración accidental de parafina, mientras realizaba un espectáculo de circo en la calle.

Varón de 19 años, que acude por presentar un episodio de atragantamiento con parafina mientras realizaba un espectáculo de fuego, con tos seca, disnea, malestar general y dolor costal derecho. Entre los antecedentes, era fumador de 2 cigarrillos al día (grado acumulado de tabaquismo 3 «paquetes/año») y trabajaba como aficionado en espectáculos de circo en la calle. En la exploración física, temperatura 38,5°C y sibilancias espiratorias dispersas en la auscultación. Análisis, 27.100 leucocitos/microlitro (91% neutrófilos) y PCR 298mg/l. La radiografía de tórax presentaba infiltrados alveolares bilaterales y la TC mostraba 3 cavidades, la mayor de 35mm de diámetro, en el lóbulo medio, y una en el lóbulo inferior izquierdo, con ocupación parcial por líquido y restos de material de baja densidad (–3 a –50 HU), compatible con origen lipídico. Fibrobroncoscopia normal; lavado broncoalveolar 59% neutrófilos, 17% linfocitos y 24% histiocitos; los cultivos de bacterias, hongos y micobacterias fueron negativos. La citología de esputo mostraba numerosos macrófagos de citoplasma claro y espumoso, compatible con aspiración de material extraño (fig. 1). Se inició tratamiento antibiótico (amoxicilina-ácido clavulánico durante 2 semanas) y corticoides (metilprednisolona 60mg/día/iv durante una semana, seguida de prednisona 10 días más a dosis decreciente), con mejoría clínica y radiológica. En el seguimiento posterior en consultas externas se encontraba asintomático, la radiografía de tórax y la exploración funcional respiratoria eran normales (FVC 4.370ml, 84% del valor teórico; FEV1 4.100ml, 93%; FEV1%/FVC 94; TLCOsb 82%; TLCO/VA 100%).

Figura 1.

Arriba derecha, hematosilina-eosina (HE), 400x. Arriba izquierda, hematosilina-eosina (HE) con anticuerpo monoclonal CD163, 400x. Abajo, hematosilina-eosina (HE) con ácido para aminosalicílico (PAS), 400x.

(0.33MB).

El caso actual corresponde con una forma aguda de presentación de la neumonía lipoidea, en la que destaca su origen poco habitual, la aspiración accidental de parafina de un aficionado a realizar espectáculos de circo en la calle. Su presentación clínica, a diferencia de las formas crónicas, cursa con disnea brusca, fiebre, accesos de tos, opresión torácica y en algunos casos hemoptisis. En nuestro conocimiento, el primer caso descrito de neumonía lipoidea en un comedor de fuego data de 19842 y desde entonces se han comunicado casos aislados3,4.

La radiografía de tórax muestra áreas de consolidación homogénea con broncograma aéreo difuso o localizado, generalmente bilateral. La TC permite documentar la extensión del daño del parénquima y, en nuestro caso, se evidenciaron las cavidades ocupadas material de baja densidad, compatible con origen lipídico4. Estas cavidades corresponden a neumatoceles, que pueden tardar más de 2 meses en resolverse3.

El diagnóstico se basa en la demostración de los macrófagos con vacuolas lipídicas, tal como se observó en las muestras de esputo de nuestro paciente5.

En definitiva, presentamos un caso de neumonía lipoidea por aspiración de parafina en un comedor de fuego aficionado. Se trata de una patología muy infrecuente, cuya incidencia puede aumentar en los próximos años.

Bibliografía
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G.F. Laughlen.
Pneumonia following nasopharyngeal injections of oil.
Am J Pathol, 1 (1925), pp. 407-414
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S.L. Betancourt, S. Martínez-Jiménez, S.E. Rossi, M.T. Truong, J. Carrillo, J.J. Erasmus.
Lipoid pneumonia: Spectrum of clinical and radiologic manifestations.
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Electron microscopic findings in BAL of fire-eater after petroleum aspiration.
Chest, 124 (2003), pp. 398-400
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