Recientemente ha sido publicado un editorial en Archivos de Bronconeumología1 en el que se dudaba de la calidad y del rigor científico del proceso de revisión por pares (RP) en las revistas en Open Access (OA). Queríamos con esta carta añadir unas reflexiones. Es indudable que el modelo OA presenta algunas ventajas, como que mejora la visibilidad y la accesibilidad a los contenidos publicados, aumenta la citación y el impacto de las revistas consiguiendo una ventaja competitiva en las citas recibidas respecto a otras revistas2. El proceso de RP es un sistema que evalúa la calidad de la investigación antes de que esta se edite, analiza la calidad científica del contenido de los artículos, constata la fiabilidad de la investigación y lo apropiado de la metodología. La RP debe ser objetiva, independiente e incluso paralela a la propia investigación, debe estar bien establecida y controlada. Las tendencias de los últimos años han llevado a un OA de la literatura científica, y este sistema abierto puede modificar el proceso editorial de la RP, aunque no debería implicar una merma en la calidad de los contenidos3. Realmente, según se ha demostrado, en el fondo subyace un problema económico. Aunque el OA significa retirar barreras para el acceso a un trabajo académico, los costes de adquisición condicionan el proceso de comunicación científica; los modelos de edición que apoyan un sistema de suscripción necesitan una gran inversión de la comunidad científica, y lo mismo sucede con un sistema orientado al acceso y a la recuperación de la información que requiere el usuario3. Alexandrov4 comentaba que el propósito de la RP se modificó con el tiempo, pasando desde un esquema cuyo fin era vender los artículos a los lectores, por lo que las editoriales debían evaluar cuántos lectores comprarían ese manuscrito; es decir, el valor de mercado de ese original era un factor importante en la decisión editorial. Por el contrario, en un proceso OA los revisores no tienen que evaluar el valor de mercado de un manuscrito, ya que el coste de la publicación ha sido pagado directamente (por el autor, la institución o un tercero) y no debe ser recuperado en una suscripción. Es por ello que, quizá, el proceso RP podría ser menos riguroso a la hora de analizar los documentos. Algunos autores piensan que cuando la comunidad científica adopte políticas completas dirigidas al OA y también una RP abierta, por ejemplo, que las revisiones sean firmadas y publicadas on-line, el nivel de transparencia y calidad de la investigación probablemente aumentará, consiguiendo niveles de excelencia en la RP5. Seguramente la RP en un OA debería ser un sistema dinámico que acepte la presencia de comentarios y sugerencias en un entorno on-line. Dos podrían ser los beneficios que aporte la iniciativa OA a la RP: presencia de un sistema abierto de comunicación entre el autor y el evaluador, y un conocimiento exhaustivo de selección de expertos3.
El proceso OA es imparable y no presenta en muchos casos importantes diferencias en cuanto a controles de calidad vía RP. De todas maneras, el modelo OA y el crecimiento de una ciencia más abierta constituyen, sin duda, una oportunidad para re-evaluar la transparencia editorial y la práctica de la RP.