Hemos leído con gran interés el artículo de Fernández-García et al.1 recientemente publicado en Archivos de Bronconeumología referente a la valoración de la dependencia como predictor de mortalidad tras un proceso de hospitalización por agudización de EPOC. Además, los autores desarrollaron tres scores de predicción de mortalidad que incluían las variables edad > 60 años, FEV1 < 50% y puntuación en el índice de Charlson (IC) ≥ 3 y les sorprende que la dependencia, medida con los índices de Barthel y de Lawton y Brody, sean factores independientes predictores de mortalidad con mayor peso que otras variables clásicas.
A pesar de la existencia de diversas escalas de dependencia2, son escasas las publicaciones en la literatura científica que nos permitan evaluar correctamente su peso en la morbimortalidad de nuestros pacientes3,4. Nuestro grupo recientemente ha comunicado los datos relativos a una cohorte de 305 pacientes octogenarios pluripatológicos, con una prevalencia de EPOC del 21,3%, en la que empleamos diferentes escalas, entre ellas el cuestionario OARS (Older Americans Resources and Services) para evaluar la dependencia tanto en actividades básicas (ABVD) como actividades instrumentales (AIVD) de la vida diaria5. Empleando el índice de Charlson ajustado a edad, el 83,3% de nuestros pacientes presentaba una predicción de mortalidad/año del 85%, frente a un 57,7% de tasa mortalidad real en el seguimiento a 18 meses de nuestra cohorte. Así mismo, también nos sorprendió la potencia de la dependencia en cuanto a predicción de mortalidad, que el grado de dependencia fue mayor en el subgrupo de predicción de mortalidad/año del 85% tanto en ABVD (6,6 ± 5 vs. 4,1 ± 4; p = 0,001) como en AIVD (9,7 ± 4,6 vs. 6,7 ± 4,8; p < 0,001).
Múltiples factores condicionan la mortalidad global de nuestros pacientes. La dependencia es un factor que puede predecir la mortalidad de forma más fiable que otros índices clásicos como en índice de Charlson. Tal y como hemos expresado anteriormente, este índice sobreestima el riesgo de mortalidad al año y resuelta ineficaz, mientras que la valoración de la dependencia aporta más peso en la predicción de la mortalidad a corto plazo. En un contexto sanitario de aumento progresivo de la demanda, es necesario tener mejores herramientas para predecir la mortalidad y utilizar racionalmente los recursos en función del beneficio que podemos proporcionar a nuestros pacientes.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.