Si leemos detenidamente la actualización de 2008 de la guía de tratamiento del tabaquismo de Fiore et al1, en el capítulo 1, donde se expone la metodología seguida para su desarrollo y elaboración, se incluye, entre los criterios de inclusión que debían tener los artículos seleccionados para los diferentes metaanálisis tras la búsqueda realizada, el que los documentos estuvieran escritos en inglés. Los sesgos o errores sistemáticos amenazan la fiabilidad y la validez de los estudios metaanalíticos, y entre los errores sistemáticos de revisión se encuentra el sesgo (documental) del idioma inglés2. El sesgo del idioma inglés consistiría en que los documentos escritos en esta lengua tienen más posibilidades de publicarse, recuperarse y, por ende, citarse que otros en otros idiomas, sin que esto signifique que posean una mayor calidad. Este error sistemático hace que cualquier estudio metaanalítico que considera sólo los trabajos publicados en un determinado idioma sea propenso al sesgo. Además, no es infrecuente que los investigadores de habla no inglesa publiquen los estudios con resultados positivos en revistas de lengua inglesa, al considerarlas más relevantes, y los negativos en una revista local, con lo que este sesgo positivo se añade al de publicación.
Si analizamos la producción mundial sobre tabaquismo en el quinquenio 1999–2003, a través del Science Citation Index (SCI), fueron 79 los países que contribuyeron a dicha producción, los cuales, clasificados por idiomas, forman 3 grupos predominantes, que configuran la red internacional de colaboración en tabaquismo: países de habla inglesa (14 países), seguidos de los de habla española y francófonos, con 9 y 8 países, respectivamente. Ahora bien, del total de artículos aparecidos en dicho quinquenio, el 94,97% se publicó en inglés, el 1,60% en español, el 1,51% en francés y el 1,37% en alemán, quedando el resto de idiomas por debajo del 1% de la producción total3,4. En cuanto a la publicación de autores no anglohablantes en revistas editadas en inglés, al analizar, mediante el SCI, los trabajos de autores españoles sobre tabaquismo en la década 1998–2007, se observa que, de los 588 documentos recopilados, el 76,19% (n=448) fueron escritos en inglés, 137 (23,29%) en español, y el 0,34 y el 0,17% en francés y alemán, respectivamente, lo que podría deberse a la búsqueda de una mayor relevancia al publicar en inglés5.
En un momento en que el inglés se considera la lengua vehicular de la medicina y en que se prima la publicación en dicho idioma, se demuestra que hay trabajos de calidad escritos en otros idiomas y que han merecido ser incluidos en revistas de impacto no inglesas seleccionadas por el SCI (conociendo las limitaciones por idioma de esta base de datos6). En la actualización de la guía americana de tratamiento del tabaquismo1 no se dice en ningún momento que ésta se haya editado sólo para el ámbito anglosajón y, aunque somos conscientes de que probablemente los resultados de evidencia de los metaanálisis no variarían de forma importante si se hubieran incluido trabajos escritos en idiomas diferentes del inglés, sí se hubiera evitado dicho sesgo a favor de resultados positivos. Las principales bases de datos biomédicas están sesgadas hacia el idioma inglés6, a pesar de no haber evidenciado mayor calidad metodológica los trabajos escritos en ese idioma que los publicados en alemán, francés o español. Los sesgos existen y se presentan de formas muy diferentes, y por ello debemos ser cautelosos al leer revisiones, sobre todo al intentar trasladar a la práctica clínica los resultados de un único ensayo. Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis también tienen problemas de calidad y, cuando se publican, deberían incluir una discusión sobre sus potenciales fuentes de sesgos. Pocos lo hacen y, por consiguiente, pueden causar confusión y equivocaciones. Al igual que los ensayos clínicos, los metaanálisis pueden no informar adecuadamente sobre la metodología seguida en su elaboración e incluir trabajos de poca calidad, con lo que es más probable que encuentren resultados positivos.