LOS objetivos de este trabajo fueron revisar y comparar los resultados del trasplante unipulmonar (TUP) y bipulmonar (TBP).
MetodosCiento veintitrés pacientes sometidos a trasplante entre septiembre de 1988 y julio de 1997 (99 TUP y 24 TBP) fueron revisados con un seguimiento medio de 749 días.
ResultadosExistieron diferencias significativas entre las poblaciones de receptores en cuanto a la indicación predominante (restrictiva en el TUP y séptica en el TBP), edad media (50,3±9,2 años en el TUP frente a 40,6±14,3 años en el TBP) y estado de nutrición (índice de masa corporal [IMC]: 21,5±4 en el TUP frente a 18,6±2,7 en el TBP). Durante el procedimiento, el TBP presentó un tiempo de isquemia mayor (287±75min frente a 242±65min; p=0,01) y más frecuente uso de circulación extracorpórea (el 67 frente al 37%; p=0,005).
En el período inmediato, la morbilidad del TBP fue mayor por causa del sangrado postoperatorio (1.046±848ml frente a 690±503ml; p=0,01) y del tiempo de intubación (9h, rango intercuartil 7-13, frente a 5h, rango intercuartil 2-10; p=0,001). También presentaron una mayor frecuencia de infecciones respiratorias durante los primeros 3 meses.
A largo plazo, los pacientes con TBP demostraron una capacidad funcional mayor que los del TUP y la diferencia se mantuvo durante los 3 años del seguimiento. Sin embargo, los reingresos fueron más frecuentes en el TBP debido a las infecciones (0,40 frente a 0,26 reingresos por paciente y 100 días; p<0,02).
ConclusionesEl trasplante pulmonar, uni y bilateral, es una opción terapéutica válida para pacientes con patología pulmonar en fase terminal, siendo el TBP el que ofrece mejores expectativas de recuperación funcional a largo plazo sin perjuicio de la supervivencia.
To review and compare our results for single lung transplantation (SLT) and double lung transplantation (DLT).
MethodsOne hundred twenty-three patients transplanted between September 1988 and July 1997 (99 SLT and 24 DLT) were reviewed. Mean follow-up was 749 days.
ResultsThe following variables were significantly different for the two recipient populations: the most common indication was restriction for SLT and sepsis for DLT; mean ages were 50.3±9.2 and 40.6±14.3 for SLT and DLT, respectively; and nutritional status measured as body mass index was 21.5±4 for SLT and 18.6±2.7 for DLT. DLT patients experienced longer periods of ischemia during surgery (287±75min versus 242±65min for SLT, p=0.01) and more of them required extracorporeal circulation (67% versus 37%, p=0.005).
Early postoperative morbidity after DLT was greater because of bleeding (1,046±848ml versus 690±503ml; p= 0.01) and time of intubation (9hours, interquartile range 7 to 13 for DLT patients versus 5hours, interquartile range 1 to 10 for SLT; p=0.001). DLT recipients also suffered more respiratory infections during the first 3 months after surgery.
Long term, DLT patients had greater pulmonary function capacity than did SLT patients, a difference that was maintained over the three years of follow-up. Readmission was more frequent among DLT patients because of infection (0.40 versus 0.26 readmissions per patient per 100 days; p< 0.02).
ConclusionsBoth unilateral and bilateral lung transplants are valid therapeutic options for patients with terminal phase lung disease. DLT offers more hope of long term functional recovery without negatively affecting survival.