En los últimos años la tomografía por emisión de positrones (PET) está ocupando un papel preponderante en el estudio de los pacientes con cáncer de pulmón, tanto en el diagnóstico como en la estadificación y en la evaluación posterapéutica 1,2. Al igual que todas las técnicas, no está exenta de falsos positivos y negativos. Se han descrito falsos positivos en algunas infecciones activas y lesiones inflamatorias, como los granulomas tuberculosos, coccidiomicosis, aspergilosis o histoplasmosis 1,3. Se presenta un caso de falso positivo en la PET en un paciente tratado en nuestro servicio de neumología, en el que concurrían ambas circunstancias, cáncer de pulmón e infección tuberculosa, lo que condicionaba en este caso un cambio radical en la actitud terapéutica con el enfermo. De ahí su interés clínico
Positron emission tomography (PET) has come to play an increasingly important role in the evaluation of lung cancer patients, both for diagnostic staging and posttreatment follow-up. As is true for other techniques, PET gives false positive and negative results. False positives have been described in the presence of certain active infections and inflammatory lesions, such as tuberculous granulomas, coccidioidomycosis, aspergillosis and histoplasmosis. We report the case of a man whose PET gave a false positive and in whom both lung cancer and tuberculosis were present. A radical change in therapeutic approach was required, making the case interesting