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Vol. 9. Issue 3.
Pages 241-266 (May 1972)
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Vol. 9. Issue 3.
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Introducción de la fisiopatología de mediastino. Puntos más importantes en relación más inmediata con su patología
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J.. Téllez de Peraltaa
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Introducción a la fisiopatología del mediastino.

Puntos más importantes en relación más

inmediata con su patología

Doctor J . T éllez Lafuente

BREVE SINTESIS HISTORICA

La palabra "mediastino", no encontrada

en Anatomía descriptiva, queda completamente

ignorada y esta voz no existe. Esto

significa que todavía al mediastino los anatómicos

aún no le han reconocido la dignidad

de órgano durante mucho tiempo ni

las características de una formación anatómica

que tiene una fisonomía digna de

descripciones particulares.

A veces, del mediastino se habla de un

modo vago en los tratados de Anatomía

topográfica, pero en realidad la descripción

se ha limitado a la topografía de los órganos

que éste contiene y la clásica subdivisión

en mediastino anterior y posterior.

superior e inferior, representan éstos un

esquema de utilidad puramente didáctica.

La atmósfera clínica de muchos de los procesos

que afectan a los distintos órganos

en el contenido son de semejanza tal que

de una parte hacen a veces difícil de establecer

cuál de los órganos es el afectado y

aún menos la naturaleza del mal mismo, y

por otra parte confiere a todos este variable

cuadro morboso, distintos por naturaleza

y por origen, un "aire de familia", necesario

P.ara entendernos comprendiendo la

denominación de "síndrome mediastínico" .

De la sola observación de estos hechos

por el médico antes del análisis anatómico

y funcional surge un concepto que, aunque

vago e impreciso, da una especial fisonomía

anatomofuncional que el mediastino

debe poseer y es natural que el médico se

sienta inclinado a cuál será la región anatómica

que crea este "aire de familia", los

diferentes procesos que afectan a los órganos

contenidos en el mismo y cuál sea la

función que tal~s lesiones vengan a perturbarla,

procurando así darse cuenta del motivo

por el cual se llega a determinar que

tal síndrome mediastínico es el que causa

semejanza tan estrecha entre afecciones de

órganos totalmente diferentes. Hasta ahora

fue olvidada esa parte menos noble conectiva

que es sustancia de la cual todos los

órganos están circundados: tejido conectivo

celular con tal cual elemento y zonas

adiposas. Se ha venido identificando la intervención

de este tejido que los rodea con

el grupo de las mediastinitis, mal definido, y

la anatomía y aún la propia existencia de

este tejido fue después muchas veces discutida.

En el siglo XVII, Romato Combes, discípulo

de Vesalio y profesor de anatomía de

Padua, estudió el espacio mediastínico entreviendo

ya ciertos mecanismos de la cir-

241

cul¡:ición sanguínea.· Sus contemporáneos

Fernel y Ambrosio Paré describen ya los

aneurismas de la aorta, seguidos por otros

autores.

En el siglo XVIII fueron los que tambiér

contribuyeron con sus importantes· prescripciones

sobre el mediastino los siguientes:

Van Svieten, William Hunter y Portal,

Willif Viéd Aryr y, por otra parte, los cirujanos

franceses propusieron ya la trepanación

del esternón para evacuar mediastinitis

supuradas como único medio posible de

tratamiento. Fue en realidad preciso llegar

al Renacimiento. en cuya edad se inau¡:¡ura

la era anatómica y permite ésta empezar a

reconocer la constitución y la patología de

las regiones torácicas profundas. En el siglo

XIX, las me.diastinitis infecciosas, casi

todas postraumáticas, figuran en primer

.Plano entre la patología mediastínica. Pedro

Rubino de Parma aportó el primer caso

observado de quiste dermoide de mediastino

anterior, y Sothergil, en 1783, encontró

en una autopsia un caso de lipoma precardiaco.

Labomenentt va habi::i individualizado

las adenopatías mediastínicas. En 1840,

Rilliez y Barrthez aislaron el síndrome anatómico

de las adenopatías traqueobronquiales.

En el último tercio del siglo XIX, la

escuela alemana de Virchow aportó una

importante contribución con . 42 casos de

tumores estudiados por Franz Rie¡:¡el. En

Norteamérica, en 1889, Huber publicó un

libro con el cuadro clínico y diagnóstico de

las afecciones ciel mediastino.

Por último, el advenimiento de la era radiológica,

con todo su desarrollo, unido a la

extensión de la cirugía torácica de modo

progresivo, han modificado · fundamentalmente

conceptos tradicionales, edificándose

un vasto capítulo que ha venido a constituir

uno de los más importantes de la

Patología torácica.

tn tanto algunos autores, como Achard,

Niessen, John Ballon y Srancia y Rehn, realizaron

algunos estudios sobre aspectos de

la hipertensión intramediastínica, el estudio

más profundo de la circulación venosa de

retorno demostró ya la aspiración torácica

inspiratoria transmitida por el tejido mediastínico.

Por último, ya se empiezan a

conocer los síntomas clínicos del enfisema

mediastínic:o espontáneo, seguido más tar-

242

de por l~s ensei'lanzas del neumomediastino

artificial.

CONCEPTOS GENERALES V

CONSTITUCION DEL MEDIASTINO

El mediastino se identifica con la importante

región vital que ocupa la parte media

de la cavidad torácica, entre el pulmón

derecho y el izquierdo, recubiertos de sus

pleuras respectivas. Los Íímites que se le

asignan, aunque convencionales, parecen

francos v son los siguientes: En la base. la

porción central de la cara superior del diafragma;

hacia arriba, el desfiladero cérvicotorácico

que indica la unión de la excavación

torácica y la base del cuello; hacia

adelante, la cara posterior del plastrón yuxtamediastínico

esterno-costal recubierto de

fascia endotorácica; hacia atrás, el macizo

vertebral dorsal revestido de la fascia prevertebral;

lateralmente, las pleuras mediastlnicas

derecha e izquierda que recubren la

cara interna de los pulmones. El mediastino

así concebido representa todo lo contrario

de un espacio hueco y vacío, sino que, por

el contrario, está bien ocupado por órganos

importantes dentro de una atmósfera célula-

grasosa, que rellena y ocupa los espacios

muertos asegurando en una cierta

medida la independencia anatómica y funcional.

.

Con el desarrollo actual de la drugia

torácida es muy conveniente recordar sumariamente

las subdivisiones en sentido

anatomoquirúrgico, y aunque un tanto convencionales

ayudan a comprender determinados

aspectos de la fisiopatología de esta

importante zona mediastínica.

El estamento superior, en sentido de altura,

está comprendido entre la base del

cuello y el cruce aórtico.

El estamento inferior va desde la carina

hasta la cara superior del diafragma.

El estamento medio está comprendido

entre las dos anteriores, es de menor extensión

y se sitúa entre arco aorta y borde

inferior de carina.

En sentido anteroposterior, los dos planos

verticales son tangentes a la cara anterior

y posterior de la tráquea. El mediastino

anterior está comprendido entre el esternón

por delante y la cara anterior del árbo'

bronquial por detrás. El mediastino ooste·

rior comprende toda la región situada entre

el plano vertebral y la cara posterior de la

tráauea v oericardio.

El mediastino medio es relativamente

poco extenso, no comprendiendo más que

el espesor de la tráquea y de los hilios.

Ya en 1942, autores italianos. especialmente

Conderelli y colaboradores. hicieron

estudios detenidos sobre mediastino utilizando

el método de la inyección en el

espesor del tejido celular del mediastino de

distintos medios para practicar el neumodiastino

artificial (aire, sustancias coloreadas,

etcétera) con fines anatómicos y topográficos,

así como disecciones detenidas

en cadávere-s de ·niños y de adultos, con

cuyo resultado establecieron el concepto

de "celdas" mediastínicas en sentido más

realmente funcional que topográfico. Constituían

el espacio mediastínico dos celdas,

la anterior v la posterior.

Las dimensiones de la celda mediastlnica

anterior van disminuyenao en su espesor

de arriba abajo y de delante hacia la

izquierda, siendo su espesor en el segmento

caudal y posterior muy delgado, pues ambas

pleuras están separadas por una capa

de tejido celular; su diámetro longitudinal

es sólo de tres a cinco centímetros y anteroposterior

de quince a veinte, correspondiendo

al espacio más claro de la zona retroesterna

I; "lámina mediastínica anteroposterior"

de una particular fisonomía funcional;

el estrato inferior de espesor de dos

a ·tres centímetros esta constituido de tejido

celulograsoso rico en humor viscoso,

que forma la bolsa pericárdica, siendo zona

muy extensible a la inyección de aire o líquido

en toda su extensión.

La celda mediastlnica posterior es un

vasto espacio que se ha podido delimitar

inyectando líquidos coloreados con técnicas

apropiadas; esto demuestra que el líquido

queda detenido hacia adelante por la aponeurosis

cervical media y cara posterior del

pericardio y por detrás por la aponeurosis

vertebral, no habiendo barrera que impida

la difusión del líquido del estrato superior

al inferior, separado por un plano horizontal

virtual a nivel de la bifurcación traqueal.

Otro punto importante sobre los datos ya

sumariamente expuestos es el que se refiere

al concepto convencional que se venía

teniendo de que el mediastino no era un

espacio cerrado, pero actualmente se sabe

que no es así, sino que está en comunicación

por distintos puntos con órganos y

regiones de sus alrededores y así comunica

con el cuello, con el ámbito de ambos

pulmones, con la cavidad abdominal, etcétera,

lo que se ha puesto de manifiesto en

una porción de procesos clínicos como las

emigraciones de supuraciones, las hernias

mediastínicas, enfisemas subserosos de

punto de partida extraperitoneal, incidencias

del neumoperit0neo, éxodo mediastlnico

ascendente o descendente del neumodiastino

ar.tificial. Por los puntos de menos

resistencia se pone en relación con las

zonas próximas gracias a la existencia de

una cintinuidad celular cérvico-torácica

abdominal confirmada por la inyección en

la cavidad medio torácica de sustancias

colorantes no reabsorbibles.

Un punto importante a nuestro iuicio es

el referente a la estructura histológica del

tejido celulograsiento propio y que rellena

el mediastino, estructura histológica que es

bastante más compleja de lo que habitualmente

se venía creyendo por no haber sido,

desgraciadamente, más que objeto de

estudios aislados y fragmentados. Este

elemento base está constituido oor un

acolchonado celu lograsoso de evidente

importancia funcional que, llenando el espacio

mediotorácico, se insinúa entre todos

sus órganos y al que se debe su importa[lte

labor de amortiguador y regu lador en el

buen funcionamiento fisiológico de e<;ta

región. Este tejido, lejos de ser funcionalmente

muerto. es sensible a influencias

mecánicas. químicas, tróficas. neurovegetativas

e incluso hormonales, aun muy dudosas.

Según las investigaciones. de Histología

comparada en animales han demostrado

que este tejido contiene cierto número

de elementos activos celulares como los

siguientes: una rica red elástica intramediastínica

procedente, sobre todo, de las

paredes perivasculares, con una trabeculación

en disposición casi exclusivamente

transversal de orientación frontal en la lámina

"anterosuperior" y una disposición

enteramente sagital en la " lámina posteroinferior"

en forma vertical entrecruzada y

sin elemento transversal; este sistema elástico

describe fibras alargadas en forma de

resorte en esoiral. arupos de fasciculos

243

adheridos de tres a cinco elementos más

una red trivial constituyendo una membrana

fenestra!. Contiene i911almente elementos

linfoides aislados y células hisquiocíticas

libres y móviles indudablemente inmigratorias

y dotadas de un poder fagocitario.

lo que explicaría la frecuente participación

del mediastino en los procesos inflamatorios

o reticuloendoteliales de vecindad. Los

anatómicos han descrito determinadas

zonas de refuerzos celulares que parecen

ser las menos discutidas y son las siguientes:

a) Una vaina periesofágica que no es

homogénea ni continua.

b) La condensación fronta 1 posterior

conocida con el nombre de ligamento subpleural

de Norosow.

e) Las láminas vértebro-sagitales de

Charpy.

d) Los refuerzos perivascu lares de los

liQamentos pericardiacos.

e) Por último, la hojilla lateral trontal

anterosuperior qu.e corresponde a la lámina

tiro-pericardiaca de los autores franceses.

El mediastino presenta en su contiguración

y su estructura grandes variaciones

individuales v locales. como se comprueba

con la anatomía comparada, y así un autor,

Seifert, en el perro es muy laso y permeable,

siendo difícil conseguir un neumotórax

artificial unilateral, ya que es muy frecuente

que se haga bilateral espont~neamente por

tener una extensa movilidad. porque su estructura

en conjunto, comparable a la de

los grandes epiplones con las dos hojas

serosas, vasos y células grasosas, ampliamente

fenestradas. En el cobaya, el mediastino

es más fijo, y en el conejo, menos fenestrado

y más denso. En el hombre, estos

caracteres varían con la edad, ya que la

pleura mediastínica del adulto es más espesa

que la del niño. interviniendo en sus

variaciones una porción de circunstancias

como la edad, morfología y configuración

torácica y la constitución individual.

El mediastino ha sido explorado fisiológica

y patológicamente en el hombre y en

los animales. En el hombre especialmente

con el fin de recoger datos suficientes en

que apoyar el conocimiento de las distintas

func'iones atribuidas al mediastino en el

terreno fisiológico, y en el patológico para

orientación topográfica y de naturaleza de

244

los procesos de la región. Pero en estas

exploraciones se ha tropezado cun muchas

dificultades de realización oor los oeligros

que venia suponiendo el abordaje directo

del mismo~ así como por el con¡unto de

condiciones de los facmres en causa. Esta

exploración en el hombre se ha hecho por

una porción de medios, buscando información

directa sobre el estado del mismo,

pero en su mayor parte esos datos no dan

más que informes de perturbaciones indirectas.

La observación clínica habitual, aunque

muy útil por los datos valorables que

proporciona, se ·refiere más bien a las modificaciones

anatómicas que indican las

alteraciones de los órganos mejor que las

perturbaciones funcionales propiamente

dichas. La expliración quirúrgica a tórax

abierto es igualmente de podo interés por

es~ar la situación tan lejos de las funciones

fisiológicas. Las modificaciones del ritmo

cardiaco y respiratorio, presión arterial,

electrocardiograma, etcétera, dan especialmente

datos de su repercusión visceral. En

cambio, la exploración radiológica, con sus

diferentes técnicas actuales, sobre todo la

radioscopia, permite observar la cinemática

normal y patológica del espacio mediotorácico

y de sus paredes y de los órganos que

contiene; las tomografías a distintos planos

proporcionan datos muy valiosos, todos

conseguibles con esa técnica. La timorradiografla

y la arteriografía con medio de

contraste son también útiles en el estudio

de la circulación venosa de retorno, especialmente

en la zona de la vena cava superior;

son también útiles los datos que precQzmente

proporciona el pulso de la vena

yugu lar y los de la presión venosa registrada

en ambos miembros superiores sucesivamente

en la inspiración forzada y en la

apnea y prueba de Valsalva con presiones

intratorácicas (40 a 50 milímetros de mercurio)

con una técnica rigurosa como para

los trazados flebotens1ograt1cos de Turchetti

y Schirosa.

Punto imoortante que queremos destacar

se refiere a la utilización actual de la exploración

funcional de esta región con el empleo

de la exploración de la velocidad con

medio de contraste gaseoso, el aire, empezando

a utilizarse a la vista de las reservas

precedentes señaladas, y así, desde hace ya.

veinte años en que Rehm y por Von Eamnewitz,

con la llamada por ellos "med1astinografía",

utilizando las inyecciones de aire,

demostraron que la inyección de la zona

mediastínica, estimada hasta entonces

como peligrosa e inabordable, podía realizarse

sin temor alguno, utilizando el gas en

vez de medio sólido o líquido como fluido

difusible inofe·rísivo y rápidamente reabsorbible;

de ello nos ocuparemos de nuevo

más adelante. La concepción y realmente

primera puesta a punto del neumomediastino

artificial se debe al Aluigi Condorelli y

sus colaboradores, que modificaron las

técnicas y las completaron con la exploración

radiológica.

Y, por último, la manometría mediastínica

ha sido también estudiada por Condorelli y

su escuela, así como por Barriety y Couri.

Otro punto muy imoortante en relación

inmediata con la patología del mediastino

es el estudio del réi:¡imen tensional intramediastínico.

~abemos que el mediastino

no es una zona inerte, sino que puede ceder

la influenci" de una porción de fac·tores

a través de las dos hojillas pleurales que

lo limitán lateralmente, estando sometido

constantemente a variaciones barométricas

y cinéticas de tipo respiratorio, a los impulso

sistólico-diastólicos de la masa cardiaca

y aun de las dos hojas. Por el contrario,

opone una cierta resistencia plástica

ligada a lo que se ha llamado "tensión o

tono del mediastino" íntimamente relacionada

a la tensión elástica del tejido celular

del mismo que lo integran. Hay, pues, una

adaptación semipasiva y semiactiva en las

modificaciones rítmicas respiratorias. asegurando

asf una independencia motriz recíproca

por su blancura y laxitud tisÚlar.

Normalmente, la situación mediana y su

movilidad se deben, sobre todo, a la relativa

simetría de las presiones en ambos

hemitórax y, por otra parte, al equilibrio fisiológico

desarrollado en ambos. pulmones

y a su función reguladora propia, aun en el

caso de una cierta perturbación manométrica.

Los mea1os actuales ae exp1orac1on clínica

en el hombre informan poco sobre el

tono mediastínico, habiendo sólo un medio

de intentar calcular lo que se puede ·llamar

"la capacidad del mediastino" utilizando

medios mecánicos con ·que intentar vencer

la resistencia que opone hasta un cierto

Bronconeumologla núm. 3 - 2

límite de las tensiones altas a las alteraciones

depresivas estáticas y dinámicas en

uno sólo de los dos hemitórax; la capacidad

del mediastino interior varía entre los

200 a 300 centlmetros cúbicos de agua,

sin aue el límite máximo esté en relación

con el peso del sujeto, que parece ser mayor

en los individuos longilíneos por un

tono bajo de la región. La presión mediastínica

normal varía según los autores: para

Francaviglia y Turchetti , así como para

Assmann, sería liaeramente negativa; par"

Bariety y Couri estaría siempre próxima al

cero manométrico; para Condorelli siempre

sería uniforme en toda la zona mediastínica.

Con el estudio manométrico hecho por

Condorelli y su escuela y por Bariety y

Couri se han obtenido curvas de presiones

en función creciente y tomadas después de

un tiempo de estabilización alrededor de

unos cincuenta segundos, curvas cuya interpretación

ha de ser habitualmente muy

cuidadosa por la influencia de una porción

de factores, pero así y todo aportan precisiones

útiles imposibles de tener por ninguno

de los otros métodos, sobre el tono, la

capacidad del mediastino, la permeabilidad,

el fndice de blandura del tejido celulograsoso

y el coeficiente de fuga hexamediastínica.

LAS DESVIACIONES DEL

MEDIASTINO

El equilibrio normal del tabique medio

torácico puede ser perturbado por distintas

causas patológicas, como una excesiva flexibilidad

de los distintos tabiques pleurales

o del almohadillado que los separa, o bien

por una acentuada diferencia entre una y

otra zona, en cuanto al régimen de presión,

dando lugar a los desplazamientos del

mediastino, que si son globales dan lugar a

las desviaciones y si son localizadas originan

las hernias mediastfnicas con protrusión

y otras veces dinámicamente con el

ciclo respiratorio originan un movimiento

pend.ular del mismo, y, por último, en caso

de tórax abierto, los desplazamientos bruscos

que originan el "flutter" del mismo,

pudiendo estas perturbaciones imbricarse

entre sr.

245

2

3

E

I '----

Figura 1 .-Sentido del desplazamiento inspiratorio del mediastino en el curso de los movimientos de b11-

lanceo periódico.

E. 1: Posición en el fin de la espiración y la inspiración.

DP. dp: Desviación absoluta entre la presión intrapleural inspiratoria y espiratoria IDP, dp). En punteado:

Posición media de equilibrio del mediastino.

1. Mediastino en posición normal de equilibrio.

2. Mediastino estéticamente desviado hacia la derecha (balanceo falsamente paradójico).

3. Mediastino estéticamente desviado hacia la izquierda.

Por su 1unción amortiguadora absorbe las variaciones respiratorias de la caja torécica, realizándose principalmente

en las dos zonas o puntos débiles de delgada capa y por la debida adaptación de las láminas

mediastlnicas anterosuperior y posterosuperior. poder de adaptación que varia segÜn el sexo, constitución

del sujeto, personas jóvenes, en los niños, etcétera.

Condorelli y colaboradores establecieron

1a siguiente ley para el balanceo cuando

axiste: El desplazamiento del mediastino

durante la inspiración se realiza hacia el

hemitórax (sano o enfermo) donde ·exista la

mayor presión intrapleural.

Son múltiples las causas de perturbación

del equilibrio normal de pr·esiones en el

mediastino, originando las siguientes situaciones

clínicas que vamos sumariamente a

considerar.

Las desviaciones mediastlnicas unas son

de naturaleza estática y otras son de naturaleza

dinámica,. (Véase el esquema de la

figurn 1.l

Las desviaciones estáticas son llamadas

desviaciones mecánicas por Alexander y

inmigraciones por Koinzoha·n. En las

desviaciones globales, según que estén dirigidas

del lado de la afección responsable

o hacia el lado opuesto, se habla de atracciones

o de rechazamientos; clínicamente,

en los derrames pleurales abundantes con

pleuras laxas. es frecuente que el mediastino

se encuentre rechazado hacia el lado

sano y preferentemente en zonas. posteroinferiores,

elemento SP.miológico clásico

246

para comprobar la existencia del "triángulo

paravertebral de Grocco y Bacet". Además

de la presión hidrostática y muy importante

casi siempre. la patogenia no es tan sencilla

como pudiera parecer, ya que intervienen

un conjunto de factores variables de

unos sujetos a otros, los cuales se combinan

para compensaren parte los efectos de

la acción hidrostática y con el tono pulmonar,

además de una inmovilización hemitorácica

de defensa. Cllnicamente, en los

neumotórax espontáneos o terapéuticos,

prácticamente faltos de alteraciones anteriores

pleuro-costales, las desviaciones son

frecuentes, así como las hernias, ya que en

.ciertos individuos con mediastino particularmente

laxo un colapso de detención

puede bastar para determinar la proporción

de una hernia mediastinica, pudiendo pensarse

en este caso más bien en una aspiración

del lado enfermo que en un rechazamiento

del lado colapsado.

Ciertas toracoplastias extensas pueden

ser cllnicamente el origen de un rechazamiento

de mediastino por el desequilibrio

mecánico que puede motivar el descenso

de la pared y por falta de apoyo suficientemente

·resistente; otro tanto ocurre en las

cavernas de localización interna, en las que

puede darse esta circunstancia constituyendo

una contraindicación operatoria, debiendo

comprobarse esto previamente a la intervención

con una exploración radiológica.

Los tumores voluminosos unilaterales

actúan por un mecanismo análogo.

En las parálisis frénicas el desplazamiento

hacia el lado sano se debe a la disminución

de la atracción pulmonar y a la presión

diferencial intrapleural del lado paralizado.

En las hernias mediastínicas traumáticas

de esfuerzo consecutivas a la tos y las aparentemente

espontaneas, la ruptura del

equilibrio ocurre frecuentemente por existir

un neumotórax latente o por enfisema

moderado pulmonar intersticial con mediastino

anormalmente laxo.

l::n los desplazamientos homolaterales

por atracción que se observan en las esclerosis

pulmonares retráctiles importantes,

difusas o localizadas, la fuerte atracción es

entonces puramente mecánica . .

En los grandes síndromes de hipoventilación

unilateral la fuerza determinante de

orden funcional está en relación con la

exageración considerable de la depresión

intratorácica del lado enfermo.

También en la clínica, después del neumotórax,

se observan con ·más o menos

frecuencia desviaciones hacia la cavidad

hemitorácica deshabitada, tratándose así

más bien de un rechazamiento por el lado

sano.

DESPLAZAMIENTOS CINETICOS

Son llamados desviaciones respiratorias

por Assnann e inmigraciones por Roishon.

En ellos se realiza un movimiento de balanceo

periódico ritmado por la respiración

análoga al de un péndulo cuyo punto de

fijación se situarla en el polo superior del

mediastino. Su aparición presupone la concurrencia

de dos factores. ninguno de los

cuales, aisladamente, puede producirlos, y

son:

Un desequilibrio periódicamente variable

entre la fuerza que solicitan al mediastino y

una bla11odura y laxitud exagerada del tabique

mediastínico.

Por la falta habitual de signos clínicos no

se manifiestan mas que en radioscopias o

en radiografías tomadas necesariamente en

inspiración o en expiración forzadas, siendo

también muy útiles la radiocinematografía

y la radioquimografía.

Las hernias de mediastino pueden ser

migratorias, pero habitualmente son generealizadas,

constituyendo los movimientos

pendulares propiamente dichos. El sitio del

balanceo rítmico no puede definirse en relación

al lado enfermo, sino solamente en

función de los dos factores siguientes:

- La posición de equilibrio alrededor de

la cual se efectúa.

- El tiempo se identifica con la inspiración,

pero la posición de equilibrio· corresponde

al punto medio de tipo respiratorio,

posición que no siempre consigue con la

vertical media del mediastino.

El movimiento pendular del mediastino

no se produce. bien entendido: más que si

el desequilibrio entre las presiones diferenciales

derechas e izquierdas son suficiente

para vencer el tono propio del mediastino.

variable en los distintos sujetos, aunque

sean otras explic~ciones patogénicas que

se han querido aportar.

La regla común que rige los desplazamientos

inspiratorios explica la patogenia

de los hechos en los siguientes procesos:

En las estenosis bronquiales el desplazamiento

se hace del lado de la estenosis

(signo de Holzknechz), donde, como se sabe,

hay una gran presión diferencial intrapleura

I, siendo más o menos acentuada

según que la posición del equilibrio estático

esté ya más o menos permanentemente

alterada de este mismo lado o la estenosis

sea poco cerrada. En los derrames pleurales

y acitados la incompresibilidad del líquido

y el muñón pulmonar atelectásico imposibilitan

su expansión. Según Francaviglia y

Trucetri, el desplazamiento inspiratorio se

haría del lado del derrame en un 54 por

1 00 y del lado sano en 18 por 100 de los

casos

En el neumotórax unilateral, el desplazamiento

obedece a la ley general. acentuando

el neumotórax las diferencias de presión

y desviando hacia el lado de colapso, y en

los neumotórax bilaterales con pleuras laxas

separadas por un mediastino fláccido

se confirman también la;; reglas, desviándose

hacia el lado más afectado.

247

Figura 2 .-Sentido del desplazamiento inspiratorio

del mediastino en el neumotórax artificial. Caso de

un neumotórax derecho O = diferencia entre las presiones

intrapleurales inspiratorias y espiratorias. O

derecha O izquierda. En la inspiración la atracción

del mediastino se haré del lado del colapso.

t:n las lesiones pulmonares que predominan

en un lado y sin acompañarse de esclerosis

yuxtamediastínicas tiene tendencia

a desplazamientos inspiratorios del lado

sano.

El "flutter" mediastínico que se observa

como inc1deme operatorio, tari temido por

los ciruianos, supone un mediastino particularmente

fláccido, produciéndose generalmente

después de la abertura del tórax o a

consecuencia de herida del tórax y en ciertas

parálisis frénicas, combinándose así un

desplazamiento estático (descenso y huida

del tabique medio- torácico, que parece

hundirse en el hemolOrax opuesto) y un

desplazamiento dinámico inspiratorio hacia

el lado cerrado y espiratorio ·hacia el lado

abierto; en su grado máximo, el mediastino

ondula, flota· a la manera de una vela al

compás de los movimientos respiratorios,

no cumpliéndose así la ley de las incidencias

t ensionales de Condotelli, pues el movimiento

periódico se hace en sentido inverso.

Estos desplazamientos son inicial'mente

reversibles, aunque a la larga se

hagan defini~ivos por la esclerosis v puedan

ser reductibles por la inyección gaseosa de

aire o con uno de los procederes de mediasti

nopexia inyectando una solución de

goma al 6 por 100 en líquido de Ringer,

con lo que la rigidez del mediastino se

encuentra así aumentada.

¿Qué concepto general depemos tener

clínicamente de estas perturbaciones func.

ionales que ·hemos estudiado consecutivas

248

a la actuación del complejo de factores que

actúan en el régimen tensional mediastínico

en íntimri relación con el mismo régirnen

que en los sistemas pleuropulmonares?

Su concepto es que constituyen, tanto

en el terreno fisiológico normal como en el

patológico, verdaderos fenómenos funcionales

de adaptación y de compensación

designados a los órganos torácicos, particularmente

a los grandes venosos, de los

de los efectos directos de la ruptura del

equilibrio y al tejido propio del mediastino,

esté sano o escleroso.

· Repercusiones hemodinámicas. Es este

un punto muv importante a considerar y

muy ligado clínicamente a la patología de

esta región, especialmente en la hemodinámíca

del círculo venoso en determinadas

afecciones mediotorácicas, en cuanto al

hecho de retorno de la sangre a los órganos

centrales del corazón, proceso que se

realiza normalmente y está asegurado por

el coniunto de dos grupos de factores:

El primero constituye el clásico "vis a

tergo", sistema de impulsión en el que participan,

entre otros, la presión y el tono

capilar, la elasticidad y la contractilidad de

las paredes venosas, las contracciones

musculares periféricas y hasta la acción de

la qravedad.

El segunao factor, cuya importancia es

grande en este caso, interviene realizando

de succión, llamado, por oposición al anterior,

"vis a fronte ", en el que intervienen dos

elementos esenciales: la aspiración diastólica

de las cavidades derechas del corazón y

la aspiración torácica al máximo inspiratorio

que realiza el mediastino en tanto que

agente de transmisión y regulación. La

pérdida de la elasticidad normal del tejido

celulograsoso de la región basta para determinar

una hiperpresión venosa sin que

haya necesidad de atribuirlo a una esclerosis

de la vena cava superior. En situación

hemodinámica normal, la fuerza aspirativa

representada por la "vis a fronte.. la mantiene

cr,.1tinuamente, pero con ligeros

cambios en cada ciclo respiratorio, una serie

de los cuales, en series de inspiraciones

profundas, provocan una aceleración de la

velocidad de la circu lación venosa por

aumento del desnivel entre la presión central

y la periférica, "salto de potencial venoso"

de Conaorelli. oue se revela por una

Figura 3.-Balanceo periódico del mediastino en el curso de un neumotórax artificial derecho (amplitud

seis centimetros). Mediastino en posición normal del equilibrio: balanceo penomco del lado del neumotórax

- A la izquierda: Posición espiratoria (posición mediana normal).

- A la derecha: Posición inspiratoria (desviación hacia la derecha).

onda flebotensiográfica negativa comprobable

hasta en las venas periféricas. Rehn

insiste en el importante papel desempeñado

en el terreno hemodinámico por el mediastino

anterosuperior y por los ligamentos

esternales, ya que las resecciones de la

mitad inferior del esternón no entrañan

ninaún trastorno v sí tienen lugar en la

resección del manubrio del mismo; para

este autor el papel más importante estaría

desempeñado por el ligamento externo pericardiaco

superior de Poirier, que contribuye

a mantener abiertos los grandes troncos

venosos. La falta de presión entraña un

aplastamiento venoso con la dificultad consiguiente

a la circulación de retorno, ya

que la aspiración actuará "a contratiempo".

Además de la aceleración rlP. la circulación

venoso. se acelera también el ritmn

cardiaco por el reflejo de Baimbridge, el

gasto cardiaco aumenta, así como también

el área del corazón en las inspiraciones

profundas de los asmáti cos, explicándose

también así muchas arritmias respiratorias

sobre todo en los jóvenes con mediastino

flexible.

En el terreno hidrodinámico es clásico

agrupar un conjunto sistomático calificado

con el nombre de síndrome mediastínico

superior, que se debe en general a una

compresión o englobamiento rígido de la

vena cava superior y de los troncos innominados

que con los métodos actuales de

exploración se ha modificado notablemente

este capítulo de su fisiopatología, ya que se

ha demostrado que en la circulación venosa

de retorno intervienen además de los

factores orgánicos otros importantes factores

funcionales, como ocurre sobre el circuito

de la arteria pulmonar en que las

imágenes de hipoventilacjón no son necesariamente

de orden anatómico, sino que

se trata de fenómenos espasmódicos y

neurovegetativos aún no bien conocidos.

Clínicamente este síndrome es en el territorio

de la vena cava superior donae se

comprueba la estrecha relación de esta circunstancia

hemodinámica que vamos sumariamente

a considerar en relación con

su patología.

Normalmente, la presión venosa a este

nivel no sobrepasa de 1 5 a 20 milímetros

de agua, siendo la presión venosa sensiblemente

simétrica en ambos miembros superiores

v tomada en el pliegue del codo; por

el contrario. en la apnea y la prueba de Valsalva

aumenta la presión intratoracica.

El síndrome en el territorio de la vena

cava superior evoluciona habitualmente en

dos .. fases: una, fase con compensación .Y

otra, fase de descompensación hemodinámica.

249

v. c. Sup.

l

V. C. Inf.

V.cave sup.------ ---

AorlJJ ------ ~Azy9os------

V.p. ~·- ·····-

V.cave inf.----- -- --·

Figura 5.-Circulación cava-cava acigótica (según

Chiray y Semelaigne).

Esquema de la compresión de la vena cava superior

por un aneurisma que asienta· por encima de la

embocadura de los ticigos que queda permeable y

permite por sus anastomosis el retomo de la sangre

de la vena cava superior a la aurlcula derecha

por el segmento inferior que queda permeable de

la vena cava superior.

250

V. C. Sup.

V. C. Inf.

Figura 4.-Esquema

de la circulación venosa

· de retorno durante

la inspiración.

A la izquierda : En

estado normal.

A la derecha: En el

r.urso de las mediastinitis.

En cuanto a la primera, es bien conocido

que muy a menudo es latente v aesorovista

de toda expresión clínica en las orimeras

etapas, pero la pérdida de elasticidad

tisural y la reducción de la capacidad mediastinica

en la proximidad de los grandes

troncos venosos del mediastino superior

disminuye el efecto aspirativo torácido inspiratorio,.

siendo entonces estos trastornos

compensados por un aumento del tono

venoso periférico, que tiene por fin mantener

una diferencia de potencial suficiente

en el circulo venoso.

En esta fase latente de dificultad funcional

clinicamente sólo se encuentra una

falta de dilatación de venas periféricas

(miembros superiores) apareciendo sólo la

yugular externa desprovista de elementos

musculares activos,la que aparece dilatada;

velocidad de circulación venosa normal o

ligeramente acelerada; hiperpresión venosa

difusa perorhoderada, no pasando de los

1 !:> a 1 o e.e. ae agua, por n1pertonla compensatriz

activa v no por estasis pasiva: el

trazado flebotensiográfico ina1ca solamente

una disminución de amplitud de la onda

inspiratoria negativa y una ligera tendencia

a la h1perpresión venosa en apnea.

tn un grado más acentuado la esclerosis

del tejido mediastínico y de las hojillas

pleurales que limitan la lámina sagital de la

lógica media stin1ca anterosuperior anula el

efecto de depresión respiratoria, tendiendo

a ejercer sobre las venas un etecto retrógrado

por d isminución d el movimiento de

ampliación inspiratoria anteroposterior. con

inversión de la onda flebotensiográfica

acompañada a veces de una turgencia de la

yugular. Estos síndromes venosos larvados

o de comienzo, en caso de desarrollo rápido

del obstáculo, aumentan la rapidez de la

circulación colateral de suplencia, como

ocurre en las afecciones mediastínicas de

evolución aguda donde la estenosis se

constituyen en algunas semanas o pocos

meses (tum ores malignos). En esta situación

las venas periféricas con tono compensador

forzado están muy turgentes y

dilatadas. con presión venosa por encima

Aorte----~,,

Azygos--,_

Figura 6.-Circulación cava-cava acigótica (según

Chiray y Semelaigne) .

Esquema de la compresión de la vena cava superior

por un aneurisma que asienta por debajo de la

embocadura de la ácigo que queda permeable y

permite, por una corriente retrógrada y gracias a

sus anastomosis. el retorno de la sangre de la vena

cav a superior a la auricula derecha por la vena

cava inferior. la via anastomótica profunda es lo

bastante importante para que sea inútil la circu lación

anastomótica superficial.

V.c¡¡vc.sup .--------- - -

P.ortc -----,

1.': ..

Figura 7 .-Circulación cava-cava anacigótica (según

Chiray y Semelaigne).

Esquema de la compresión de la vena cava superior

por un aneurisma que oblitera la embocadura

de los ácigos. las comunicaciones cava-cava no

estlm aseguradas mtis que por los plexos raquldeos

y por las anastomosis superficiales y profundas de

la pared toracoabdominal. la circulación colateral

superficial llega a ser aparente.

:le los 20 e.e. de agua. pero con velocidad

circulatoria disminuida considerablemente

(velocidad normal de seis centímetros por

segund o, aproximadamente); la sangre

venosa está totalmente satura de C02 y su

tenor en 02 es muy reducida, siendo en la

sangre arterial de tipo normal.

En la fase de estenosis mecanica compensada

persiste la misma vasocon stricción

sensiblemente poco acentuada. del

orden de los 20 centímetros cúbicos de

agua. siendo la velocidad de circu lación

normal o ligeramente elevada. El desarrollo

de una ligera circulación colatera l subcutánea

sistémica (a veces mejor comprobada

por el artificio de la fotografía con rayos

i~frarroj os) constituye el único signo notable.

permaneciendo esta circulación venosa

sucbcutánea nrofunda e inapaterente si el

251

obstáculo asienta por debajo del alojamiento

de la ácigos, situación que según algunos

autores puede prolongarse mucho

tiempo, y mientras la situación de suplencia

sea suficiente, la estenosis de la vena

cava superior permanece, como decimos,

perfectamente tolerada.

En la fase de estenosis mecánica descompensada

se supone una· obstrucción

venosa extensa y más o menos total; la

circulación venosa compensatriz, clínicamente,

tiene lugar a través de las venas

ácigos, entre cava superior e inferior (cava-

252

B

Figura 7 . bis.-Sfndrome de la vena cava superior.

Topografia esquemática de la circulación

de suplencia en función del asiento de la obstrucción

(según Chiray y según Anglesio).

A) Derivación acigótica profunda por las venas

raquidiana, mamarias internas e intercostales.

8) Derivación acigótica y cava inferior profunda

por las venas toracoabdominales profundas.

C) Derivación cava-cava superficial (anacigótica)

por las venas tegumentarias de Braune (circulación

colateral toracoabdominal aparente).

acigótica) en los dos tipos: la circulación

cava-cava acigótica en que las anastomosis

son a través de la gran vía anastomótica

profunda y la circulación cava-anacigótica

en la que por estar cerrada la vfa profunda,

las comunicaciones se establecen entre los

dos sistemas por las anastomosis, se establecen

por las anastomosis superficiales

desarrollándose la circu lación vicariante

extensamente sobre tórax y abdomen, bien

extensible. En la misma circulación colateral

se han descrito dos tipos: un tipo discreto

con sólo algunas telangiectasias en la

Figura 8.-Circulación venosa colateral en la obliteración

de la vena cava superior (según Lian y Baron).

TE: Vena toracoepigástrica larga. tegumentosa

de Braune. El : Vena epigástrica inferior. tegumentosa

de Braune.

superficie toracoabdominal, que por otra

parte pueden observarse en otras afecciones

como las hepáticas y un tipo completo

en el que la circulación colateral está asociada

a la cianosis y los edemas. algunos

característicos como el edema en pelerina,

etcétera. Analizando la distribución regional

de los confluentes y redes venosas y teniendo

en cuenta el sentido de la corriente

sanguínea se pueden comprobar más fácilmente

que conducen de una parte a diferenciar

los caracteres de la circulación colateral

toracoabdominal en la compresión

de la vena cava inferior, y de otra parte, en

localizar de manera bastante precisa el

asiento de la compresión sobre la vena

cava superior.

Los estudios de Gilbert y Villaret sobre la

circulación colateral toracoabdominal en

las afecciones hepáticas confirman muchos

de los datos y hechos sobre lo que acabamos

de exponer. En cuanto a la cianosis, ya

en aste período avanzado se extiende a la

cara. al cuello, a los brazos y al tórax. más

o menos intensa y con más o menos extensión,

pudiendo alcanzar en lós casos

extremos un desarrollo extraordinario, cómo

ocurre en los casos de obliteración completa

de la vena cava superior por mediastinitis

fibrogaseosa.

En el territorio de la vena cava inferior.

cuyo trayecto mediastínico es muy corto, la

hiperpresión abdominal e inspiratoria ligada

al descenso del diafragma realiza un trabajo

inverso. que es una especie de impulsión

ascendente que tiende a exprimir el hígado

dando unas curvas fleboten siográficas

invertidas tomadas en miembro superior y

en miembro inferior. dando lo que Condorelli

llama una "imagen en espejo".

¿Cuál es por tanto la importancia real de

esta parte adjudicada al mediastino en el

mecanismo de la circulación de retorno?

Prácticamente el sistema de la vena cava

superior, ya que en el sistema cava interior

es todo de obediencia subdiafragmática.

siendo difícil calcular su valor, ya que no es

posible prescindir de otros factores hemodinám

i cos. (Véanse en relación con los

fenómenos hemodinámicos expuestos las

figuras 4. 5, 6, 7, 8, 9 y 10.)

Algunos aspectos de la exploración funcional

del mediastino con los medios actuales,

tanto fisiológica como clínicamente.

son realmente importantes, ya que de

modo inmediato proporcionan datos que

ayudan a interpretar la naturaleza y localización

de los procesos que perturban las

funciones de la región y órgano que contiene.

Hay, sin embargo. que tener en cuenta

que la obtención de esos datos por la ex-

Figura 9.- Circulación cava-cava acigótica (según

Chiray y Semelaigne). Gran desarrollo de la red

venosa subcutánea en el dominio de la vena cava

superior. Sin ning·ún deS&rrollo de red venosa subcutánea

en el territorio de la vena cava inferior.

Lineas de varicosidades liminales en la parte inferior

del enlace venoáo torllcico.

253

Figura 10.-Circulación venosa cava-cava anacigótica

(según Chiray y Semelaigne). Desarrollo de toda

la red venosa subcuténea tanto en la región torécica

como en las regiones abdominales. La via anastomótica

profunda de la écigo esté cerrada, y la circulación

cava-cava se hace principalmente por" la via

anastomótica superficial y profunda de la pared toracoabdominal.

ploración funcional tropieza en muchos

casos con grandes dificultades por las características

de esta región. La experimentación

en los animales está totalmente

desechada.

En el hombre, la principal dificultad está

en recoger información directa del estado

de la zona mediotorácica, ya que la mayor

parte de los datos anotados no reflejan

más que pérturbaciones indirectas,. no obstante

lo cual se han empleado medios técnicos

como los que vamos a considerar

sumariamente.

Ya sabemos que el síndrome mediastínico

en sentido estricto se manifiesta clínicamente

y por los trastornos funcionales de

la zona por una serie de síntomas que sor

254

patrimonio de su cuadro clínico, cuyo conocimiento

debe ser completado por una

metodología funcional activa, propia para

explorar el estado funcional y del órgano

que se examina. En· relación inmediata con

su patología es muy importante conocer el

estado anatómico y funcional del tejido

mediastínico en lo referente a su permeabilidad,

laxitud, elasticidad y la facilidad o resistencia

al régimen de presión del tórax

que puede repercutir en este propio tejido

o en los órganos que contiene gracias ¡; la

posibilidad de introducir un medio de contraste

general que permite su contraste

radiológico, demostrando así una distribución

normal o patología del aire introducido,

así como una resistencia normal en

todo el ámbito en que se ha practicado la

inyección del medio de contraste. Este recurso

es el único medio que permite obtener

datos que, cuando son correctamente

interpretados, dan .una imagen bastante fiel

del estado anatómico y funcional de dicho

tejido y por ello en relación estrecha con

su patología estos datos manométricos son

importantes especialmente en los síndromes

· de distensión gaseosa. En estos síndromes

tiene actualmente mucha importancia

e l estudio de los mismos con la

mediastinogr_afía gaseosa o neumomediastino

artificial, tan puesto a punto desde

hace veinte años por los autores italianos

(Condorelli y sus colaboradores). así como

después por clínicos franceses (Bariety y

colaboradores) y como ya hemos citado es

un recurso técnico con el que únicamente

se pueden obtener datos de valor no conseguidos

con ningún otro medio de exploración.

La manometría mediastínica permite obtener,

como ya se dijo más atrás, curvas de

presiones obtenidas en función del vol umen

creciente del aire inyectado mi.diendo

las funciones después de un tiempo de

estabilización de unos treinta segundos

aproximadamente. Su interpre tación, aunque

muy instructiva, sin embargo es habitualmP.

nte delicada por el hecho de la intrincación

indisociable oe numerosos factores.

Ello aporta útiles precisiones sobre e.1

tono y la capacidad del mediastino (Condorelli

y Truchetti), la permeabilidad, el índice

de laxitud del tejado celu lograso y el coef icien,

te de fuga hexamediastínica (Pariety y

Coury). (Véanse a este respecto las curvas

de presión de la figura 11 .)

Para realizar el neumomediastino se han

propuesto distintas vías para la inyección

de contraste gaseoso. las cuales vienen

todas en conjunto a conciliar la seguridad,

la comodidad y la eficacia. Se las puede

clasificar en vías directas, vías semidirectas

y vías indirectas.

En la vía directa y transtraqueal o supraesternal

el aire se introduce en el ~spacio

intertraqueoesofágico difundiéndose en

todas las direcciones.

En la vía supra y retroesternal la aplicación

es sumamente cómoda y está destinada

a insuflar el mediastino inferior a poco

que la cantidad inyectada pase de 300

centímetros cú bicos el aire.

En la vía sub y retroxito1aea el aire se

introduce entre la cara superior del peritoneo

y la cara inferior del diafragma, penetrando

en el mediastino anteroinferior a

través de las fenestraciones de Larrey.

En la vía laterovertebral o paramediastí-

11ica posterior, la insuflación en realidad es

del espacio retrofaríngeo, en donde el aire

se distribuye entre el mediastino y por otra

parte en el espacio retrofaríngeo hacia arriba

y en el espado retroperitoneal hacía la

base.

c:n la vla precoxígea, retropentoneal, lleva

el aire invectacio P.n el espacio retrooP.ritoneal

a difur.dirse en una parte al mediastino

y de otra parte enfila los orificios diafragmáticos

posteriores y las fenesfraciones

de Larrey.

En la vía supra y retropubiana, extraperitoneal,

el aire actúa como una variante

igualmente del principio de la continuidad

de los espacios celulares laxos interperitoneo-

ví scero-seroso.

La elección de las vías de utilización

debe hacerse con arreglo a dos órdenes de

consideraciones: unas son de orden topográfico

y en relación con la región del mediastino

que se desea explorar, y las otras

son de orden individual o local unidas a la

existencia de eventuales contraindicaciones

en uno o muchos de los procesos eventuales.

Siempre que sea posible, y como la experiencia

ha demostrado, debe movernos a utilizar

la vía directa transtraqueal . ya que es inofensiva

e indolora, no dando lugar a ninguna incidencia

notable. Sin embargo, comporta

alguna contraindicación. No deben insuflarse

cantidades considerables de aire, ya que

pueden correrse algunos riesgos. como la

eventualidad de provocar un enfisema extenso;

cuando hay adherencias inflamatorias o

posoperatorias antiguas que interceptan la

proyección del aire ascendente. Un punto

muy importante es el referente a las imágenes

que la penetración del aire proporciona

el neumomediastino y el conjunto y aspecto

general del despegamiento conseguido a la

exploración radiológica del mismo, teniendo

en cuenta, no obstante. que estas imágenes

pueden ser más o menos confusas y difíciles

de interpretar por el hecho de la superposición

de imágenes, y por ello las tomografías

son necesarias hechas en diversas posiciones,

ya que es el único medio utilizable con

provecho en la mediastinografía gaseosa.

Una hora después de la insuflación del

aire ya se pueden tomar las tomografías

con la técnica apropiada.

Para la realización del neumomediastino

artificial por vía transtraqueal, que como ya

dijimos debe emplearse con preferencia

siempre que no se teman complicaciones y

con arreqlo a la técnica de Bariety y Coury,

se utiliza una aguja de doble enchufe de un

calibre y mandril de luces interior habituales

Y otro mandril explorador a resorte tal

como representa la figura 13.

En la figura 14, va representado un corte

horizontal esquemático operatorio que pase

a dos traveses de dedo por encima del manubrio

estema!.

Ya sabemos también que el tono mediastínico

está íntimamente ligado a la tensión

del tejido fibrocelular y elástico mediastínico.

tensión modificable por el sistema

neurovegetativo a semejanza del que

se admite actualmente sobre la tensión

elástica pulmonar. tono con la misma

manometría, justamente, sino por " la capacidad

mediastínica" presentada por la posibilidad

por parte del tejido celular del mismc

y admitir que el aire en el neumomediastino

artificial hasta que las presiones

alcancen un determinado límite.

En el terreno clínico-patológico el estudio

y exploración funcional de la capacidad

mediastínica da resultados verdaderamente

importantes, y así citaremos con los datos

manométrics obtenidos. los siguientes

síndromes: peric;irditis adhesiva en sentido

255

500 cm~o1r

cm/eou

1 501

,cm/eau

Mon.

;S oncer 15 oncer

br--pulm ':[~:

SOO cm~º',.. '-----5""'00~-cm~~-o-,,.

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10

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Type 11

em/t!Ov Com.. cm/eou

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br -pulm 1 maligne

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menl

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SOO cm~o1r

Type IV

Figura 11 .-Ejemplos der curvas manométricas establecidas en el curso de la mediastmografia directa (vía

transtraqueal). Tipos 1 y 2 : curvas descendentes u horizontales; espacio mediastinico permeable, fuga

hexamediastinica importante. Tipos 3 y 4 : Curvas en V o ascendentes; espacio mediastínico poco permeable,

fuga hexamediastinica reducida.

256

1

2

1

Ji}))

o e

1

1 2

b d

Figura 12.-Mediastinografia gaseosa. Esquema de las principales vías de insuflación. a) Via directa supra

y retrosternal. b) Via directa transtraqueal. e) Via indirecta proximal sub y retroxifoidea. d) Via indirecta

distal precoxigea (retroperitoneal).

lato; los datos manométricos permiten diferenciar

un paracretio pericárdico del cavo

pericárdico sin acretio y con mediastino

anterior perfectamente visible del síndrome

de acretio, revelando la reducción de capacidad

por el hecho de la intricación indisociable

de numerosos factores, aportando

así útiles precisiones imposibles de obtener

por otros métodos, sobre 4:!1 estado de caratresex

del estado del mediastino, en

cuanto a capacidad, índice de laxitud del

tejido celulograsoso y el coeficiente de fuga

hexamediastínico.

Otro punto muy importante en relación

inmediata con su patología y dentro de la

exploración funcional de la exploración de

la zona mediotorácica, lo constituye la exploración

radiológica de e!)te espacio, y la

razón es evidente. Como ya hemos expuesto

más atrás, la exploración clínica habitual

proporciona datos escasos de valor positivo

o es nula en los procesos mudos en los

aue la técnica radiológica constituye el

único medio de conseguir datos positivos

hallados en estas condiciones y cuando

existe una sintomatología inconstante y

variable, no traduciendo generalmente más

que el sufrimiento de los órganos locales o

vecinos sin permitir apenas identificar la

afección. siendo dicha exploración un tiempo

fundamental en todo paciente afecto de

una afección de esta región, por lo cual

257

Figura 13.-Bariety y Coury.

prácticamente es el mejor medio de explorar

en vivo el mediastino normal.

Eh numerosos estudios radiológicos en

función de la dirección dada a los rayos X se

ha conseguido identificar los diversos elementos

que entran en la constitución de esta

vasta zona de sombra comprendida entre

ambos campos pulmonares. Recordemos

sumariamente que la radiografía en las distintas

posiciones del tórax y aptitud del enfermo

proporciona, aun estáticamente, preciosos

datos y elementos en el terreno de la

loéalización y aspecto de las imágenes al

con.siderar el diagnóstico de la posible afección

·(asiento de la afección en estrato me-

Figura 14.-

1 y 21 pleura: 1

31 músculos prevertebrales; 2

41 esófago: 51 traquea:

6) nervio recurrente

derecho; 7) vena yugular

anterior; 8) tronco

arterial braquiocefálico v

carótida primitiva;

3

9) aneria subclavia;

1 OJ nervio frénico 4

derecho; 11) nervio 5

neumogástrico derecho;

121 vena yugular interna; 6

131 pleura: 141 clavícula: 7

151 músculos; 161 DA: 8

171 pulmón; 9

181 músculos

prevertebrales; 10

19) ligamentos 11

intertraqueoesofágicos: 12 20) nervio recurrente

izquierdo; 21) vena 13

yugular anterior; 14

221 arteria carótida

primitiva; 23) arteria 15

subclavia; 24) nervio

frénico izquierdo;

251 nervio

neumogéstrico derecho;

26) vena yugular interna ;

271 pleura: 281 clavlcula:

29, aponeurosis cervical

media : 301 músculos:

31, aponeurosis cervical

superficial. (Bariety y C,oury ·I

258

diastínico en que se ooserva cierta predilección;

desplazamiento y modificación de la

estática de los órganos mediastinicos, etcétera).

En este punto la estratigrafía ha constituido

un gran progreso, permitiendo penetrar

en el espesor de los órganos densos.

En el aspecto cinético, la exploración radioscópica

todos sabemos que, aunque fue

el tiempo inicial de antiguo, actualmente

constituye siempre un tiempo indispensable,

pues nos informa sobre las relaciones

recíprocas de los diversos elementos normales

o patológicos considerados bajo

muchos ángulos; es la radioscopia sobre

todo el método más simple para recoger

información de orden cinético, permitiendo

habitualmente distinguir sin dificultad las

imágenes pulsátiles en ritmo cardioarterial,

suponiendo que pertenezcan al sistema circulatorio;

las imágenes cuya movilidad es

función del ritmo respiratorio, y, por último,

las que son rigurosamente inmóviles. También

la expansión sistólica de la imagen

constituye un segundo signo cinético de

gran valor en favor de su origen vascular.

La radioscopia permite apreciar la amplitud

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

Emphy>. cerv.·------ ------Emphy• ....,,,

v.c.s.----

Péd. pulm. dr. -- -

Log. pl>ren. pér.V.

C.1 ------ ·

respiratoria del movimiento de cada diafragma,

que normalmente son amplios y

simétricos, y cuya parexia o inmovilidad de

una de las cúpulas traduce una parálisis

frénica. El examen en la pantalla revela

igualmente la eventualidad de la movilidad

de una imagen anormal en función del

movimiento de deglución.

En el terreno cinético, y prescindiendo de

los movimie.ntos de los órganos del mediastino

normalmente ·en la respiración, el

progreso que supuso el empleo de la estratigrafia

ha permitido actualmente utilizar

técnicas para el estudio de los desplazamientos

y situación de movilidad de determinados

puntos del mediastino, y por eso

queremos dejar de hacer referencia al método

actualmente ut11izado y puesto a

punto por el doctor Zapatero, respecto a la

carina traqueal y que él denomina "carinometria

en el diagnóstico de las mediastinopatías"

. Con la estadística de los casos

estudiados, clínica y tomográficamente, ha

establecido este recurso de exploración que

habitualmente utiliza en sus servicios con

orovechosos resultados.

La radiOquimografía ha sido bastante

empleada para el estudio radiofisiológico

del corazón y los grandes vasos torácicos.

Puede ser empleado igualmente en el análisis

de los movimientos del esófago, pleu-

.---·PlmÓd. g.

-----Ao.

· - Ccrur- • pt!ric.

Figura 15 .-Mediastinograma

de frente.

Aspecto esquemiltico

de la repartición gaseosa

(Barietv Courv·l.

ras mediastínicas, del diafragma y de todo

órgano móvil. También ha sido empleada

con los mismos fines la cinedensigrafía,

especialmente en el estudio del aparato

circulatorio. La radiocinematografía, utilizando

amplificadores electrónicos de iluminación,

ha dado una nueva técnica de posibilidades

con resultados muy prometedores

fisiocinemáticos de los órganos del mediastino,

como el esófago, bronquios, corazón,

etcétera, datos útiles en el terreno clínico.

Señalemos, por último, que. la arteriografía

y la exploración del círculo venoso con

medios de contrastes opacos proporcionan

de modo inmediato datos muy utilizados

en el estudio de la fisiopatología de este

sistema con las modificaciones hemodinámicas

correspondientes en general y en los

troncos venosos tan íntimamente relacionados

con las funciones del media stino

superior.

CONCLUSIONES

1.ª El largo período transcurrido en que

el mediastino apenas existía para los anatómicos

y clínicos y tampoco era de preocupación

su estudio han retrasado considerablemente

la evolución progresiva de

nuestros conocimientos sobre soluciones

de esta importante zona orgánica.

259

2.ª Por los datos expuestos, entre otros,

del mediastino como tal. con los importantes

órganos que contiene podemos afirmar

que tiene específicamente unas características

anatomofuncionales bien definidas.

Las observaciones mils estrechas de los

hechos anatómicos, clínicos, radiológicos y

experimentales, junto a la aparición de

nuevos procedimientos de exploración,

permiten reconocer a la zona mediotorácica

un papel funcional notable, c:ue tiende

principalmente a mantener el equilibrio

estático y dinámico normal. al mismo tiempo

que contribuye a la circulación venosa

de retorno. Sólidamente establecidas sus

funciones sobre el plan de la patología, la

autonomía del mediastino se afirma pues

igualmente sobre el de la fisiología, así

como en l::i mavor parte de los dominios de

la Medicina el · conocimiento de las perturbaciones

funcionales ayuda a comprender e

interpretar mejor las manifestaciones morbosas.

3.ª Con la exposición que acabamos de

hacer no está agotado el tema en estos

aspectos de la fisiopatología del mediastino,

habiéndonos limitado a considerar y

estudiar algunos de los puntos más imoortantes

en relación más o menos inmediata

con su patología. En este terreno, el estudio

en la próxima sesión y su mesa redonda

completarán una porción de aspectos bajo

el punto de vista quirúrgico, tan importantes,

y de los cuales esta exposición que

acabamos de hacer constituye, a nuestro

juicio, introducción Y. premisa indispensable.

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